Cables marinos fabricados con materiales capaces de soportar el duro entorno marino. No contienen halógenos y están diseñados para resistir la corrosión y los factores ambientales como el agua salada, los productos químicos, la exposición a los rayos UV y las temperaturas extremas.
Gracias a la última tecnología y al trabajo de I+D son cables marinos con el mínimo el peso y tamaño. El bajo peso y los diámetros más pequeños suponen un ahorro sustancial tanto en tiempo de instalación como en materiales. Cables son flexibles, de máxima calidad y seguirán siendo fiables incluso en entornos difíciles.